jueves, 19 de septiembre de 2013

El Cardenal Lehmann quiere diaconisas y sacerdotes casados.

Quizás, debido a las recientes declaraciones del nuevo secretario de Estado Mons. Piero Parolin y la lamentable repercusión mediática, algunos se han aventurado a realizar algunas afirmaciones a los medios sobre el “celibato sacerdotal” y su deseo de que ya no exista más dicha disciplina bimilenaria. A continuación la noticia traducida por el Blog Secretum Meum Mihi.

[SMM – 19-09-2013]

Lehmann no sólo quiere diaconisas, también sacerdotes casados


Regresa a la carga el Card. Karl Lehmann (imágen), Arzobispo de Mainz (Maguncia), Alemania. En otra ocasión manifestaba su deseo desenfrenado de que hubiera diaconisas (ver aquí), ahora manifiesta su deseo de que la Iglesia tenga sacerdotes casados. Es de notar que en su argumentación el card. Lehmann insinúa que los diáconos permanentes podrían ser ordenados sacerdotes, cosa que no es de extrañar, porque ciertos obispos utilizan el diaconado permanente como una forma de lobby (en español se diría cabildeo) o de presión, ordenando un número desproporcionado, desaforado e innecesario de díaconos permanentes —eso sí, pocos sacerdotes— con el objetivo de embarazar la Iglesia, la cual no sabe qué hacer con ellos, pero como ya están allí... Pensamos en el ejemplo de cierta diócesis mexicana.

Información de TMNews, Sep-18-2013. Traducción de Secretum Meum Mihi.

Ciudad del Vaticano, 18 de septiembre (TMNews) - ¿Sacerdotes casados, por qué no? El cardenal alemán Karl Lehmann dijo que podía imaginar esta novedad en la Iglesia Católica Romana.


En una entrevista realizada hace unos meses, pero sólo publicada hoy por la revista regional Mainz, el purpurado dijo que podía imaginar que algunos diáconos casados en pocos años “reciban la ordinación sacerdotal”. El celibato obligatorio, dijo Lehmann, ex presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania y líder desde hace largo tiempo de los católicos progresistas alemanes, se ha vuelto más difícil “también porque es siempre menos entendido y falta el reconocimiento del exterior” de la sociedad. Lehmann, de 77 años, participó en el cónclave que eligió al Papa Bergoglio.