jueves, 30 de agosto de 2012

Conferencia: Anacleto González Flores. Mártir Cristero.



R.P. Alfredo Sáenz S.J. Audios en mp3.

R.P. Alfredo Sáenz S.J. Texto de la conferencia en PDF.

Los tiempos que le tocó vivir al mártir cristero José Anacleto González Flores, se asemejan mucho a estos tiempos modernos, donde reina el anticatolicismo y, cada día más, las leyes de los gobiernos infectados por el laicismo buscan destruir los pequeños vestigios de cristianismo que quedan.
Es un buen ejemplo, escuchar la fisonomía y vida de Anacleto González Flores, ya que podría decirse que es una fuente de inspiración para el católico de hoy.
A continuación, publicamos la excelente exposición del R.P. Alfredo Sáenz sobre este arquetipo de católico militante, junto con un texto que puede servir como apunte de la conferencia.

Algunas citas que develan su pensamiento de militancia y combate por la Verdad:

Hasta ahora nuestro catolicismo ha sido un catolicismo de verdaderos paralíticos, y ya desde hace tiempo. Somos herederos de paralíticos, atados a la inercia en todo. Los paralíticos del catolicismo son de dos clases: los que sufren una parálisis total, limitándose a creer las verdades fundamentales sin jamás pensar en llevarlas a la práctica, y los que se han quedado sumergidos en sus devocionarios no haciendo nada para que Cristo vuelva a ser Señor de todo”.

La revolución, que es una aliada fiel tanto del protestantismo como de la Masonería, sigue en marcha tenaz hacia la demolición del Catolicismo y bate el pensamiento de los católicos en la prensa, en la escuela, en la calle, en las plazas, en los parlamentos, en las leyes: en todas partes. Nos hallamos en presencia de una triple e inmensa conjuración contra los principios sagrados de la Iglesia”.

Hasta ahora nuestro catolicismo ha sido un catolicismo de verdaderos paralíticos, y ya desde hace tiempo. Somos herederos de paralíticos, atados a la inercia en todo. Los paralíticos del catolicismo son de dos clases: los que sufren una parálisis total, limitándose a creer las verdades fundamentales sin jamás pensar en llevarlas a la práctica, y los que se han quedado sumergidos en sus devocionarios no haciendo nada para que Cristo vuelva a ser Señor de todo. Y claro está que cuando una doctrina no tiene más que paralíticos se tiene que estancar, se tiene que batir en retirada delante de las recias batallas de la vida pública y social y a la vuelta de poco tiempo tendrá que quedar reducida a la categoría de momia inerme, muda y derrotada. Nuestras convicciones están encarceladas por la parálisis. Será necesario que vuelva a oírse el grito del Evangelio, comienzo de todas las batallas y preanuncio de todas las victorias. Falta pasión, encendimiento de una pasión inmensa que nos incite a reconquistar las franjas de la vida que han quedado separadas de Cristo”.